Mi PROGRESO Y MI FUTURO

Mi PROGRESO Y MI FUTURO

MI FAMILIA

Mis papás se conocieron cuando mi mamá tenía 15 años y mi papá 21. Los dos trabajaban en la misma tienda, y aunque eran muy diferentes, empezaron a llevarse bien. Al principio solo se ayudaban con las tareas del trabajo, pero con el tiempo comenzaron a hablar más, a compartir pequeñas cosas del día a día y, sin darse cuenta, se fueron enamorando. Era un amor joven, de esos que nacen sin planearse.

Un tiempo después llegué yo. Mis papás, a pesar de ser jóvenes, me recibieron con una mezcla de miedo, ilusión y mucha responsabilidad. Al año nació mi hermano, y aunque todo pasó muy rápido, ellos siempre intentaron darnos lo mejor. No tenían todas las respuestas, pero tenían la voluntad de aprender a ser padres.

Crecí rodeado de sus esfuerzos. A pesar de los problemas o de las dificultades económicas que vivieron en algunos momentos, mis papás siempre buscaron que mi hermano y yo tuviéramos estabilidad, valores y una educación sólida. Sé que muchas veces se sacrificaron en silencio por nosotros.

Sin embargo, como en muchas familias, llegó un momento en el que las cosas se complicaron. Mis papás se separaron, y aunque fue difícil entenderlo al principio, con el tiempo comprendí que a veces separarse también es una forma de proteger a la familia. Después de eso, me fui a vivir a Madrid con mi mamá y mi hermano, un cambio grande que transformó nuestras vidas.

Al poco tiempo, gran parte de mi familia que vivía en Bogotá también decidió mudarse a Madrid. Volver a verlos, tenerlos cerca y sentir ese apoyo familiar nuevamente fue casi como recuperar una parte de mi hogar. Madrid se convirtió en un nuevo comienzo para todos nosotros.

Aunque mis papás a veces sean estrictos, fuertes o duros, sé que todo lo que hacen viene desde el amor. Sé que quieren lo mejor para mí, incluso cuando no lo expresan con palabras suaves. Su historia, mis raíces y todo lo que hemos vivido juntos me recuerdan que el amor de la familia no es perfecto, pero sí real, profundo y lleno de aprendizajes.


DENTRO DE 5-10 AÑOS

Me veo construyendo mi camino en la música con pasión y constancia. En cinco años, quiero estar terminando mis estudios, seguro de mi sonido y explorando mi estilo propio, trabajando en proyectos que me hagan crecer. En diez años, me imagino viviendo de la música como creador, siendo reconocido por la calidad y autenticidad de mis composiciones, colaborando con artistas y proyectos que crean en mi visión, dejando mi huella en la industria.


MIS METAS ANTES DE LOS 30

Antes de los 30, me veo con mi propio apartamento, fruto de años de esfuerzo, disciplina y visión. Quiero tener un lugar estable y sólido, y la tranquilidad de poder apoyar a mi familia económicamente, ofreciéndoles lo que merecen y ayudándolos a vivir experiencias increíbles. Me imagino llevándolos a conocer el mundo, devolviéndoles un poco de lo que me han dado, y sintiendo orgullo de todo lo que logré temprano, sabiendo que cada paso lo di con propósito y corazón.

Comentarios